Una mentalidad infantil, una mentalidad adolescente como la que hoy caracteriza la mayor parte de la sociedad que busca en público la palabra, o que simula en público el manejo de conocimientos.

Aquí lo que buscamos requiere de una formación, una paciencia y una entrega que la mayor parte de la gente no tiene hoy en día. La gente hoy en día no lee, la gente hoy en día no dispone de conocimientos dispuestos a someterse a una crítica personal y ajena, y en consecuencia esto sólo interesa a personas que tienen una forma de vida más inteligente que el común de los mortales.

Aquí lo que nos interesan son las ideas, no buscamos comulgar con ellas, ni buscar una identidad. Las ideas no nacen para estar de acuerdo o en desacuerdo con ellas, sino simplemente para incrementar el conocimiento y con ello mejorar las condiciones de la vida humana, nada más. Coincidir o no coincidir con las ideas del vecino es algo completamente infantil, propio de adolescentes que no maduran nunca, y que se cronifican sin madurez.

Simplemente nos interesa el análisis crítico y dialecto de ideas que nos ayudan a conocer mejor la realidad.