Armenia: Yerevan
Armenia es un país que recuerda mucho a la época soviética. Comenzando por su bandera con colores atípicos donde el rojo representa la sangre derramada por los soldados armenios en la guerra en las montañas armenias, manteniendo su fe cristiana. El azul simboliza el cielo y la voluntad de su pueblo de vivir bajo cielos pacíficos y por último el naranja el atardecer y la naturaleza de este país. Armenia tuvo la mala suerte de encontrarse entre los imperios Persa y Otomano, que causaron las primeras fricciones y el origen de los conflictos que siguen existiendo en la actualidad con Turquía y Azerbaiyán respectivamente.
Armenia fue de hecho la primera nación que adoptó el cristianismo como religión oficial alla por el siglo IV. Armenia tiene un idioma único en el Mundo, de orígen paleobacánico e indoeuropeo, es una rareza en este Mundo y nada se le parece. Creado el alfabeto por el monje Mesrob Mashtots en el año 406 d.C. y de origen indoeuropeo, el armenio clásico murió como lengua y no es usada más que en las iglesias armenias, dando paso a dos dialectos mayoritarios; el armenio oriental y occidental.
Armenia cuenta con menos de 3 millones de personas, aunque su civilización y cultura es de las más antiguas. Destacar de su historia el triste genocidio armenio, que se sigue recordando como el episodio más triste de su historia moderna, donde se estima que entre 650.000 y 2 millones de personas murieron en este conflicto (en algunas estimaciones consideran que podría llegar a casi 3 millones de muertos).
El ejército activo se compone de unos 60.000 soldados y otros 32.000 en la reserva. Las tropas rusas supervisan las fronteras con Irán y Turquía. Su capital, de algo mas de un millón de habitantes, se sitúa cerca del bonito monte Ararat. La demografía del país ha bajado en las últimas décadas de manera significativa.
Cuando uno entra en este país, realmente tiene la percepción de que está volviendo a una República Socialista Soviética de los 80, aunque sin KGB. y sin colas enormes diarias para poder comprar productos de primera necesidad. Un país relativamente seguro, con una población generalmente reservada y que intenta sobrevivir entre dos enemigos notables; Turquía por ser la potencia dominante de la zona, y Azerbaiyán que en las últimas décadas ha tenido la fortuna (o desgracia para los armenios) de encontrar grandes cantidades de petróleo, que le han permitido duplicar su riqueza en poco tiempo.